Este año pensé en invertir en mi.
Terminando el 2022 se me vinieron a la cabeza mil ideas y mil procesos de los cuales aun sé que no paso, pero que considero para este año y uno de ellos es invertir en mi, como profesional. Tal vez los horarios en casa no se han ajustado para que pueda seguir estudiando, pero he encontrado otras formas para continuar aprendiendo.
Desde que decidí darme camino para continuar trabajando, se me han abierto muchas puertas, desde como encontrar una alternativa para vender mi producto en línea, hasta conocer esas herramientas que me han ayudado mucho para pautar dentro de Meta, Instagram, Pinterest y Google; ir ajustando la logística de Chéel, aprender a delegar, y reconocer que no soy buena en todo, aunque lo sepa hacer.
Aunque el tiempo se reduce a algunas horas productivas de trabajo e ido encontrando esos espacios para continuar creando y sobre todo seguir aprendiendo; una de mis metas para continuar en el camino y descubrir si realmente la forma en la que estoy trabajando funciona es poder formalizar mi emprendimiento.
Son muchos procesos que aun voy poco a poco entendiendo; que en ocasiones desearía que los días tuvieran más de 24 horas para poder lograr todo lo planeado, la esperas de algunos casos es un poco larga, pero creo que el camino se va formando, el descubrir que mi creatividad va más allá de plasmar esas ideas en papel, verlas llegar a su proceso final y observar un producto funcional, llega a poder visualizar ciertos procesos que son los que deben irse puliendo para que pueda lanzar sin miedo a estas bonitas bolsas reutilizables que tanto me gustan.
Me he encontrado en el camino a personas increíbles desde que inicié con Chéel, personas que me han apoyado para darle voz a este proyecto, personas que ven en Chéel un proyecto tan grande como el corazón que le plasmo a cada producto a la hora de planearlo.
Pero creo y he llegado a la conclusión de que la edad es un factor que tiene mucho que ver en esa experiencia que uno va adquiriendo y que nos va formando y hacernos o más fuertes o más débiles.
Valoro más esos tiempos donde realmente solo estoy acostada con dos pequeños a lado y mi esposo junto a mi, y observo que realmente todo el esfuerzo vale la pena.